Esta guía que la Fundación para la Diabetes y PacientesyCuidadores.com han lanzado, ha sido creada bajo un enfoque integral por un equipo clínico multidisciplinar, con el objetivo de proporcionar información al paciente sobre la prevención y el cuidado de las úlceras de pie diabético.
Los pies van encerrados en el calzado y soportan el trabajo continuo y el peso del cuerpo. Es necesario que tengan una adecuada circulación sanguínea, percibir muy bien las sensaciones (el tacto, el dolor, la temperatura…), y tener un correcto apoyo al caminar para un buen funcionamiento. En los pies de una persona con diabetes los vasos sanguíneos se hacen más estrechos, reduciendo el flujo sanguíneo y los nervios se deterioran, disminuyendo la sensibilidad y alterando la anatomía del pie. Esto, a grandes rasgos, se conoce como síndrome del pie diabético y predispone a padecer heridas o úlceras.
Las úlceras de pie diabético son la primera causa de hospitalización de personas con diabetes, y la amputación (mayor o menor) es la principal complicación, cuya relación con una úlcera es del 85%. Sin embargo, es posible una curación completa en aproximadamente el 90% de todas las úlceras mediante una atención adecuada, basada en un enfoque multidisciplinar. Terapias avanzadas como el oxígeno hiperbárico, substitutos cutáneos o factores de crecimiento, pueden ayudar a la cicatrización una vez la enfermedad vascular y la infección han sido descartadas y/o tratadas correctamente.