La revista Interviú de esta semana saca un reportaje sobre cómo la medicina hiperbárica, ha permitido a un paciente, en Valencia, conservar sus piernas. Aquejado de arteriopatía diabética (estrechamiento de las arterias), habitual en personas con hiperglucemia, los tejidos mueren por el menor riego y consiguiente disminución de aporte de oxígeno. La sanidad pública solo le dio un opción: amputar, y urgentemente. No se conformó con el diagnóstico. Acudió a un tratamiento en cámara de presión, pagándoselo él.