Una investigación apoyada por la Fundación Robert Wood Johnson a través de su programa de Investigación de Alimentación Saludable y cuya autora principal es Lindsey Smith Taillie estudió el efecto de la implementación de políticas de etiquetas de advertencia pictóricas para reducir las compras de bebidas azucaradas y por tanto los problemas de salud relacionados con su consumo.
El ensayo no estaba exento de polémica, porque estas imágenes explícitas, como un pie gangrenado a raíz de la diabetes, se mostraban en una máquina dispensadora de bebidas en un lugar de acceso público. Los participantes en el estudio debían elegir una bebida y un tentempié para su hijo.
Las advertencias con imágenes provocaron una reducción del 17% en las compras de bebidas azucaradas: el 45% de los padres del grupo de control compraron una bebida azucarada para su hijo, frente al 28% del grupo de las advertencias con imágenes.